Nuestro bienestar psicofísico en interiores pasa por lograr una decoración personalizada que esté en línea con nuestros intereses y nuestra personalidad. Los espacios que habitamos deberían definirnos como si de una declaración de intenciones se tratara.

Según la arquitecta especializada en bioconstrucción Petra Jebens, una edificación sostenible debe nutrirnos, aparte de ser saludable y eficiente. En diseño de interiores estaríamos hablando de tener en cuenta texturas, contrastes, iluminación y decoración pero también de distribuciones, circulaciones, necesidades y funcionalidad.

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Fotografía de Beazy en Unsplash

Con todos estos factores, a menudo en contradicción, en curiós trabajamos para poder dar respuestas a medida para cada cliente. Por eso es tan importante, en la fase inicial de los proyectos, conocer a los usuarios; porque cada uno es único, realizamos un cuestionario para afinar nuestras propuestas de interiorismo.

Difícilmente nos identifiquemos con un solo estilo en interiores, o nos apetezca sentirnos igual en todas las estancias. Por ejemplo, podemos preferir un estilo bohemio de decoración para la sala de estar (como en la foto) y uno minimalista para la cocina. De este modo, será muy frecuente mezclar tendencias en interiores que vayan fluyendo de una zona a otra.

 

Si quieres conocer los ingredientes para tu combinación perfecta, estos son los principales o estilos base:

ESTILO CLÁSICO

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Rápidamente reconocible por sus simetrías, espacios amplios y atención al detalle en acabados y mobiliario, este estilo se define por su atemporalidad, líneas sobrias y contrastes controlados. Cuando busquemos en los interiores un equilibrio pero también elaboración y durabilidad, esta será la mejor solución.

En combinación con otros estilos, podemos adoptar sus suelos de materiales nobles con colocaciones trabajadas, sus molduras en paredes, techos y puertas o detalles como los zócalos más altos del estándar de 7 cm para crear una base no minimalista sobre la que añadir otros estilos. A nivel decorativo, podemos optar por composiciones de muchos cuadros, tanto originales como copias, con diferentes marcos.

 

ESTILO INDUSTRIAL

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Fotografía de Toa Heftiba en Unsplash

Como su propio nombre indica, este estilo ensalza la estética propia de las fábricas y las naves industriales. Encontraremos suelos continuos de microcemento, paredes de ladrillo visto sin revestir, instalaciones vistas y bigas de hierro enfatizadas con color. Como si se tratase de un espacio que aún no hemos revestido, las texturas predominantes serán rugosas y el aspecto general será de inacabado. También encontraremos a menudo puertas correderas con los mecanismos visibles y particiones interiores a modo de galerías de vidrio.

Este ambiente combina muy bien con el minimalismo y el estilo contemporáneo, tanto si encontramos muebles e iluminación de estas líneas estéticas como si hay una mezcla en la base de suelos, paredes y techos.

 

ESTILO MINIMALISTA

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En cuanto a texturas, este sería el opuesto al estilo industrial. Acabados lisos y mínimas instalaciones y accesorios vistos hacen de esta estética la más arquitectónica de todas. El orden será un factor a tener muy presente antes de decidirnos por un ambiente de este tipo y también tendremos presente que la gama cromática será muy reducida y de color predominantemente blanco.

Este estilo de contrastes mínimos busca por encima de toda la luminosidad, la simplicidad y la amplitud, y entiende el espacio vacío como un lujo. Por otro, lado huye de la elaboración de los acabados, al contrario que el clásico, pero no renuncia al equilibrio, la calidad, ni la durabilidad.

 

ESTILO CONTEMPORÁNEO

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Con un cierto toque minimalista en pavimentos, revestimientos y techos, este estilo no rehúye de las tensiones ni de los contrastes. Funcionalidad, comodidad y calidez son las palabras que suelen usar nuestros clientes para definir el espacio que imaginan y en esos casos sabemos que tenemos que buscar el confort sobre todo a través del mobiliario y de composiciones en las que predominen las líneas que aporten una mayor sensación de holgura.

Este estilo funcionará muy bien tanto para la base como para la decoración sin necesidad de combinarlo con otras estéticas.

 

OTROS ESTILOS

Ya sea nórdico, rústico, bohemio…, hay otros estilos que por su carga visual funcionan muy bien aplicándolos tan solo a determinadas zonas y haciendo que fluyan hacia el resto por medio de vínculos en los colores, las texturas, los paramentos… Así, en una misma casa podremos llegar a encontrar coexistiendo de manera harmónica: una sala de estilo clásico con un baño contemporáneo o un comedor rústico con una biblioteca industrial. Las combinaciones serán infinitas siempre que mantengamos un cierto equilibrio.

Para terminar, os queremos dejar un consejo: que crees y compartas tus propias carpetas con vuestras mezclas de estilos y recetas a medida en Pinterest, una herramienta que en curiós nos resulta de lo más útil para desarrollar el aspecto de la personalización en nuestros proyectos de interiorismo.

 

Curiós en Pinterest

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